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Historia de la asociación

ATANDI nació de un grupo de familias preocupadas porque sus hijos/as recibieran una adecuada atención a sus necesidades;  familias en cuyo seno se encontrase un menor con discapacidad psíquica o sensorial o con un trastorno que afectara a su  aprendizaje y desarrollo evolutivo.

Estas familias apostaron por la inclusión de sus hijos llevándoles a centros educativos “ordinarios” para que aprendieran, además de los contenidos escolares, a convivir con el resto de coetáneos.

La asociación  trabaja desde 1998 por la inclusión de las personas a las que presta servicio, con el fin de que en el futuro logren una vida lo más autónoma e independiente posible, sin tener que depender de una pensión de mera subsistencia o de la voluntad de sus padres y familias para atenderles.

Los profesionales de la asociación, trabajando de manera coordinada y sistemática, han ayudado a potenciar las capacidades de los menores y jóvenes objeto de intervención, además de facilitar ayuda e información a sus familias, información que les permita un mayor entendimiento de las dificultades que se puedan encontrar en la educación de sus hijos, enseñándoles las estrategias adecuadas para un mejor manejo en la dinámica familiar.

Atandi fue creada por un grupo de padres y madres, que vieron que sus hijos necesitaban ser estimulados para alcanzar un mayor desarrollo de sus potencialidades, y adquirir así la suficiente autonomía social y personal que les ayude, individualmente y con independencia, a desenvolverse en su vida diaria dentro de su entorno comunitario.

Podemos decir por tanto que las motivaciones de esta incipiente asociación son:

•    Crear un espacio físico donde los niños puedan recibir  los diferentes tipos de apoyo que necesitan.

•    Proteger y reivindicar las atenciones necesarias de este colectivo por parte de los poderes públicos y sobre todo en el ámbito escolar.

Todo ello persiguiendo un último objetivo:

“Conseguir desarrollar al máximo las capacidades de menores y jóvenes para que lleven en la etapa adulta una vida lo más independiente posible, incluyéndose en la sociedad a través de la vida laboral, familiar, social.”

Desde atandi creemos necesaria la colaboración entre familias, centros escolares, entidades públicas y privadas, agentes sociales, y en definitiva toda la sociedad, para lograr la inclusión real de todas las personas.